P.O.V Larissa
Calem llega hasta mí con su corbata en la mano. No sé por qué siento que él va a querer amarrarme. Pero eso está por verse.
Me siento en el sillón rojo que está aquí. Se sienta a un lado de mí. Pone su mano en el borde de mi vestido, directo donde está el escote.
—Veo que te pusiste muy sexy. Cómo para que los hombres te inviten a tragos. —En eso, tomo sí mano y me subo a horcajadas arriba de él. Lo veo, sensualmente. Tomo ambas manos y las subo arriba de su cabeza. Con la corbata le amarró las manos al tubo que estaba detrás de él. Me separo de él y me mira. —Veo que me leíste el pensamiento.
—Pues si tú quieres amarrarme, primero te amarraré yo. ¿Estás de acuerdo? —Los veo a los ojos, esos hermosos ojos.
—Claro que sí. Así que disfruta tu momento porque yo disfrutaré el mío. —declara eso y yo saco mis pechos del vestido para que él los vea.
Le acerco mis pechos para que juegue con ellos un momento. Siento cómo los chupa. Y tan rica esa sensación. Pero es el momen