Los días pasaron con lentitud,a dos días de noche buena Tayler tuvo que volver a Canadá debido a que su pequeño Rey se había lastimado tratando de alcanzar un libro a lo alto de una estantería en la Biblioteca,el pobre salió como si no hubiera un mañana de casa hasta el aeropuerto,solo pude abrazarlo y mandar saludos para su novio junto a una pronta recuperación.
El azabache en ningún momento abandonó mi mente,desde el día que volví a verlo no a dejado de estar presente en mí. Esa estúpida discusión me dejó con muchas preguntas y tarde o temprano tenían que tener su respuesta por más miedo que me den estas.
—Mathéo,cariño—miré a mi madre.—¿puedes ir al supermercado?, me faltaron un par de cosillas—bufé.
—Pero mamá,el Super queda a una hora desde aquí—dije parandome de mi asiento y acercandome a ella.
—Ve en el auto de tu padre mi vida—me dió las llaves con una sonrisa.
Agnes me dió el dinero junto a una pequeña lista con los comestibles que tenía que compr