Capítulo 4

Regresamos a casa después de ese circo que se armo en la salida de la iglesia, estaba tan cansada, pero tenia qu seguir fingiendo porque la ceremonia aun no se habia acabado. Cuando llegamos a la casa la fiesta siguió, el lugar  estaba lleno de gente que no conocía de nada, pero que se veia muy prestigiosa, a mi la verdad me importaba mas poder terminar con esto y ver a mi hijo. 

Como puedo me escabullo entre la gente que no deja de preguntar por el novio, se desaprecio apenas llegamos aqui y yo soy la estupida que camina del brazo de su suegro,  el cual mo deja de recordarme mi lugar y lo que debo hacer. 

Necesito un poco de aire por lo que me suelto de el y entro en la casa caminado por esta sin rumbo fijo, pero unas voces que vienen de una habitación al fondo del pasillo hace que me detenga. 

—¿Estaas seguro de lo que hiciste?

No reconozco esa voz, ¿quien puede ser?

—Solo es otra mujer de un burdel que saco, ¿Cual es el problema? —gruño cuando reconozco la voz de Bris. 

—Que esta parece tener un efecto peculiar en ti, segun lo que me contaste fuiste bueno con ella la primera vez, y eso no es nada normal en ti, eres un salvaje y a ellas parece gustarles —rie y yo quiero golpearlo porque es un desgraciado. 

—Solo es un gusto sexual, la condenada es hermosa, no puedes negarlo. 

—No dije lo contrario, pero se qué hay algo mas, la verdad no me sorprendería, diría que m alegraría, necesitas amor en tu vida.

Lo escucho gruñir y es tan fuerte y espeluznante que me causa escalofríos. 

—Sabes que no volvere a sentir eso por ninguna mujer, la maldita me jodio, daño toda ilusión que tenia de amar, ¿sabes algo de ella? 

—Si, se caso al igual que tu, siempre quiso tu poder y dinero, pero como no lo pudo conseguir lo busco en otro, es la mujer del capo de Italia. 

Bueno al parecer estamos pagando justos por pecadores, algo común en mi vida al parecer. Me pego mas a la puerta para escuchar mejor. 

—Maldita desgraciada, no le basto con follarse a mi padre, tambien se caso con mi enemigo, es una arpia de m****a.

—No entiendo como la odias a ella, pero a tu padre lo sigues teniendo en ese altar que me enferma,¿qué pasa contigo?

—El solo queria mostrarme la clase de mujer que era, sabes que jamas la quiso, al contrario, siempre estuvo en contra de ella, al fina tuvo la razon —el hombre del que no se el nombre suspira y no escucho nada mas, por un momento. 

—Ten cuidado, es lo único que te dire, ahora que tienes el poder que siempre quisiste estás en la mirada de todos, incluyéndola a ella, ser tu esposa la hace blanco facil. 

Niego, lo que me faltaba, emebarazada y con enemigos solo por el hecho de ser su esposa, ¿algo peor podria pasarme?

—Es intocable, esta embarazada y sabes que en la mafia eso es algo que se respeta mucho. No le pasara nada, por eso necesito que siga con ese bastardo en su estomago, si lo pierde, dejara de ser importante y intocable y tendre que volverme su niñero —-jadeo porque cada vez que lo esuchco mas me convenzo que es un maldito. 

—¿Y cuando nazca?, ¿que piensas hacer con el cuando nazca? —el lugar se queda en silencio y eso me preocupa mucho. 

—Nada, sera mi hijo, lo criare como uno, pero cuando nazca mi heredero, el sera el mame botas de su hermano, no voy a dejar a un bastardo con el poder que nuestra familia posee, cuando Darana quede de nuevo embarazada el dejara de ser mi hijo. 

Me alejo de allí lo más rápido posible y subo las escaleras para cambiarme y tomar lo poco que pueda, tengo que ir a una clinica y tambien escapar de aqui, no dejare que el haga de mi hijo lo que el quiera, prefiero huir toda la vida, que verlo como odia a su propia familia porque su padre asi lo quiso. 

Cuando estoy lista tomo un poco de dinero que encontre en la mesa de noche y tome las joyas que tenia puestas para la boda, creo que venderlas me dejara un poco de dinero, aprovecho que la fiesta esta en todo su esplendor y salgo de la casa cuidando que nadie me descubra. 

Salgo a la calle y corro lo mejor que puedo para llegar a la via principal y tomar el metro, cuando esta pasando lo detengo y subo a el sintiendo como la sangre corre por mi cuerpo con fuerza. Estoy libre, soy libre al final, pienso con una gran sonrisa en mi rostro. 

****

Media hora despues estaba frente a la prendería donde empeñaría todo lo que trai, esperaba poder estar unos días bien mientras conseguía comunicarme con Cloe, era la única persona que podia ayudarme.

Salgo del lugar con el dinero que me dieron por la venta de las joyas y busco un hotel en el que pueda quedarme. Encuentro uno a unas cuadras y dejo pago la noche para luego salir y dirigirme a la clinica mas cercana. Necesito que alguien me revise y pueda saber que todo esta bie con mi bebé. 

Al final conseguí ser revisada. Doblo las piernas cuando la doctora me lo pide y me muevo un poco incomoda cuando introduce un aparato raro en mi. 

—Solo serán unos segundo querida —asiento, y en ese momento escucho el sonido más hermoso de mi vida —.Vaya, eso se escucha muy fuerte, alguien esta feliz de que lo conozcan. 

Sonrío sintiendo como las lagrimas bajan por mi rostro, ser mama es llo mejor que me pudo pasar, jamas paso por mi mente que esto pudiera pasarme, pero ahora que me pasa no lo cambiaría por nada. 

—¿Todo esta bien? —asiente.

—Si, tiene el tamaño correcto para las semanas que tienes, aun esta pequeño para saber que es, pero por ahora no hay nada que preocuparte, igual tomando tus vitaminas y folio y nos vemos en el próximo control —asiento sonriendole y agradeciendo por lo gentil que fue. 

Pago la consulta porque mi seguro médico es una m****a y no cubre nada. Salgo de la clinica viendo la foto de la ecografía sin prestar atención a nada. Un segundo después siento como un pañuelo es puesto en mi boca y aunque patalee por quitármelo es imposible, la oscuridad se apodera de mi y caigo en la inconsciencia con el miedo recorriendo mi cuerpo.

Intento abrir los ojos, pero me pesan tanto que es imposible, el dolor de cabeza es insoportable y no se donde estoy, me muevo incomoda en la superficie en la que estoy y con dolor abro los ojos poco a poco. 

No se donde estoy y tampoco quien es la mujer elegate y hermosa que esta frente a mi con una sonrisa de oreja a oreja.

—Despertó la bella durmiente —dice levantándose de la silla para acercarse a mi —. ¿Sabes quien soy? —niego —. Que raro,pense que tu futuro esposo te habia hablado de mi, pero no importa, no estas aqui por el,sino por tu querido padre.

Gruño cuando escucho eso, no tengo nada que ver con ese hombre desde el dia en que me dejo en manos de esos infelices. 

—No se donde esta, y tampoco…quiero saberlo —ella sonríe y sus dientes son tan blancos y perfectos que me da envidia. 

—Pues al parecer el si sabe mucho de ti. Nos debe mucho dinero y me dijo que tu te encargarías de pagarlo, ¿es verdad? 

—¡Claro que no, no pienso pagar deudas que no me corresponden! 

—Que lastima, belleza, porque lo haras, y si tu no lo haces estoy segura qu tu querido si —dice tomando el movil que el hombre a su lado le entrega. Pasan solo unos segundos cuando sonrie imagino que por escuchar la voz del otro lado. 

—Bebé, que alegria volver a verte —su rostro pasa de alegre a enojado en un momento —. Estas hablando como un maldito resentido, supéralo de una buena vez, cariño, ¿tanto te dolió que una mujer te traicionara?, ¿a ti?, el gran Briss Myres. 

Abro los ojos cuando entiendo que esa mujer es de la que hablaban antes de irme, ¿porque lo esta llamando?, el no dará ni uun centavo por mi. 

—Bien, como sea, quiero que vengas y recojas a tu zorra en mis bodegas, el borracho de su padre me debe dinero y si no lo pagas, te la devolveré en pedazos —no escucho nada, pero parece que acepto porque su sonrisa se agranda —. Que inteligente eres, cariño, sabia que accederías. No demores que empieza aburrirme.

Veo como cuelga y le entrega el teléfono al hombre a su lado, al parecer Briss me necesitaba mas de lo que pensaba. 

—Lastima que no podre tenerte aqui mas tiempo, pero tu querido esposo te necesita mas de lo que creía —suspiro agachando la mirada —. Dime una cosa, ¿que le hiciste?, porque soy muy consiente que no es de los hombre que necesita comprar una mujer, ¿porque contigo si lo hizo? 

Levnto la mirada para observarla a su perfecto y hermoso rostro, no puedo negar su belleza, la mujer es muy bella. 

—No se de lo que habla, Briss no me compro. 

—No tienes que mentir, tu padre nos contó la verdad, te saco de un burdel en el que estabas pagando una deuda que era de el. 

No voy a recibir ni un golpe mas por su culpa, si Briss se entera que les dije la verdad estar en muchos problemas, mas de los que ya tengo por escapar de el. 

—Mi padre es un borracho, adicto a el juego, no sabe lo que dice, solo habla disparates —la mujer me mira con una ceja alzada, se que no me cree, pero al parecer eso no le importa. 

—Puede que tengas razon, pero aun hay cosas que no me cuadran, igual no me importa. 

El silencio se apodera del lugar y intento mirar a otro lado porque su mirada me intimida mucho, esa mujer tiene maldad, mas de la que alguna vez percibí en alguien. 

Los minutos fueron eternos y al final veo a Briss entrar por la puerta frente a mi, sus ojos se encuentran con los míos y puedo ver ira pura, esta enfadado, mas que eso y me da mucho miedo. El camina hasta donde estoy y observa a la mujer que sonrie como una niña pequeña. 

—Oh cariño, que bueno volver a verte, no has cambiado en nada—le dice ella mirándolo de arriba a bajo. 

—Deja la pendejada y entrégame a mi mujer, esto va a salirte muy caro, Karen —ella rueda los ojos.

—Tengo el permiso de mi querido esposo, puedo cobrar sus deudas como se me de la gana —Briss se rie negando. 

—Puues dile que no olvide los códigos, no puede secuestrar la mujer de un capo sin que hayan consecuencias —la mujer obsrva al hombre a su lado buscando una explicación. 

—Se lo dije señora, estaba cometiendo un grave error —Ella no dice nada y Briss toma eso como ua señal para acerarse y soltarme de la silla. Cuando sus ojos se encuentran con los míos tiemblo.

—Vas a pagarme esto, no debiste escapar. 

Mi cuerpo se estremece con fuerza por la forma tan escalofriante en como lo hizo, ¿pero que mas podia hacer?, el no quiere a mi hijo, ¿sera que debo decirle que es suyo?, ahora mismo no lo se, pero creo que es la mejor solución, asi puede que deje de pensar que mi hijo solo es u medio para un fin, aunque puede que pase todo lo contrario, ¿que debo hacer?, ahora mismo no tengo la menor idea. 

—¿Problemas en el paraíso? —le dice la mujer a sus espadas, mientras termina de soltar mis manos. 

—No es tu maldito problema y mejor dile a tu esposo que espere mi golpe, porque lo tendra, no voy a quedarme con los brazos cruzados, al parecer olvido quien mierdas le suministra las mujeres —ella abre los ojos asustada.

—No puedes hacer eso —el sonrie levantándose conmigo para mirarla. 

—Claro que puedo, y tu deja de jugar a ser una mafiosa, solo eres una zorra que se cree la gran cosa, pero sólo sabe usar su coño, porque el cerebro no le funciona —ella aprieta lo dientes con fuerza —. Aléjate de mi camino, porque si sigues jodiendo voy a acabarte como debí hacerlo hace tiempo. 

Me toma de la mano y a empujones me saca de esa habitación haciendo que un mal sabor de boca se apodere de mi. 

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