Llevábamos dos meses buscándola, pero todo era en vano, no sabiamos nada de ella y cada vez que pasaba el tiempo más desesperada me sentía, no podía imaginar que esa mujer se quedara como si nada y no pagara por lo que le hizo a mi hijo.
Entro en el despacho de Briss encontrándolo con su mejor amigo que resulto ser tambien su abogado, Lucio es un hombre muy guapo, pero su mirada es tan penetrante y oscura que esconde algo que te pondria en peligro.
—Aun no sabemos nada, Darana, es la tercera vez que vienes para saber lo mismo, ¿podrias parar?
—No, necesito tener a esa mujer frente a mi lo mas pronto posible — suspira masajeando el puente de su nariz.
—No puedo concentrarme si a cada momento apareces aqui queriendo saber donde esta, algo que ni yo se.
—Eso es porque no estas haciendo bien las cosas, esa mujer aún domina tu cabeza y por eso no estas trabajando como es —con fuerza golpea el escritorio haciendo que brinque en mi lugar.
—Estas empezando a colmar mi paciencia, Darana, e