El rostro de mi abuela y el padre de Bris es de asombro, lo se, nadie se imagino que yo podría hablar con la esposa de el ruso y mucho menos tener su numero, siempre he sido una mujer muy precavida, sabia que en algún momento necesitaría de ella, este es ese o momentos.
—¿Sabes lo que me estás pidiendo?
—Si, lo se por eso te estoy llamando a ti, se que lo odias, y quieres que muera, ¿no es asi? —gruñe con fuerza.
—Destrozo mi vida, deseo que se refunda en el infierno —sonrio porque escogí muy bien a mi aliada.
—Bien, pues tendras la oportunidad de conseguir lo que quieres, sabes porque te dejo ir, ¿no es asi?
—Si, esta obsesionado contigo y déjame decirt que es lo peor que te pudo pasar en la vida, ese Mostruo te destruirá si te atrapa.
—Lo se yy no puedo permitirlo, por eso te necesito —ella rie.
—No pense que dirias eso, pero voy aprovechar esta oportunidad, te llamo en dos horas para decirte lo que haremos.
Termino la llamada sintiendo la mirada de ellos sobre mi, se que no