Mundo ficciónIniciar sesiónValeria es la típica ama de casa dedicada a su hogar. Por varias ocasiones trató de ser independiente, además de ganar dinero por su cuenta, lo malo era que estaba rodeada de machismo, pero lo peor, era que ella lo permitía. Ricardo es un maestro, que, al no encontrar trabajo de su profesión, buscó trabajo en cualquier lugar que se lo otorgara. No sabiendo que, en ese lugar, el destino le tenía preparada una jugada, que no sabía si interpretarla como buena o mala. De lo que estaba seguro, era que, jamás la imaginó. Ambos coincidieron en ese lugar de trabajo. Su historia es tan hermosa y al mismo tiempo difícil, que es digna de contarse en un libro. Solo que todo esto tenía un pequeño inconveniente… ambos estaban casados.
Leer más- Jared -
5:00 a.m. suena la alarma...
Despierto casi de inmediato al escuchar el pitido del despertador, puedo ver a través de las cortinas que aún está oscuro, por lo que la única luz que se distingue es la de los faroles que están en la calle. Me siento en la cama y me estiro, haciendo que los huesos de mi columna se acomoden. Hecho eso me levanto lleno de energía y listo para iniciar con mi día, sé que para muchos puede ser un infierno despertar a esta hora, pero para mí es bastante agradable y a decir verdad, ya estoy bastante acostumbrado.
Sí ya sé lo que piensan "este tipo no ha de ser de este planeta" o al menos es lo que siempre dice mi hermana Cristhal. Pero no me importa a mí me gusta aprovechar las primeras horas de la mañana y hoy no será la excepción, sobre todo porque es un día muy importante y no me puedo dar el lujo de retrasarme.
Así que después de tender la cama y confirmar que no tenga ninguna arruga empiezo a vestirme con ropa deportiva. Cierro la chaqueta a la altura del pecho, ni muy abierta ni muy cerrada, ajusto los tenis y meto las agujetas para que estás no se desaten y me hagan tropezar. Por último peino mi cabello lo mejor posible, sé que el aire me va a despeinar pero no puedo evitarlo, para mí es indispensable tener todo en su debido lugar, siento que así puedo tener el control de mi vida y de todo lo que me rodea, hasta de los detalles más pequeños.
Ya listo, salgo del departamento y me encamino al parque que está a unas cuadras, al llegar empiezo a estirarme y después de unos minutos de estiramiento comienzo a correr mientras recorro uno de los parques más bellos de Londres, el Hyde Park. Me encanta este lugar, el lago Serpentine divide el parque dejándome ver grandes árboles que filtran los primeros rayos del sol entre sus hojas, también tiene una extensa pradera decorada con esculturas que le dan un toque sofisticado y fresco. Este lugar fue una de las razones por las que quise venir a vivir aquí, es perfecto no sólo para hacer ejercicio, también para tener un día de campo, dar una caminata relajante o hasta tener una cita romántica. Aunque bueno, eso es lo último que pienso hacer aquí. Digamos que eso de ser muy cariñoso y romántico no es lo mío, ya no.
Después de más o menos una hora regreso al departamento bastante sudoroso, pero con mucho ánimo. Como ya tengo por costumbre, tomo una ducha caliente para relajar mis músculos y quitarme el sudor. Al salir me visto con un pantalón de vestir gris Oxford, una camisa blanca y zapatos negros. Ya vestido, peinado y con portafolio en mano, bajo a la cocina a preparar un desayuno casual, que conociste en café negro y emparedados tostados, mientras desayuno reviso en mi agenda los horarios que tengo para hacer cada actividad. Insisto, soy enemigo del desorden, simplemente no puedo vivir si no sé dónde está algo o que tengo que hacer durante el día. Mi familia lo llama obsesión, yo prefiero denominarlo como necesidad.
Cuando terminó con mi desayuno limpio la cocina, lavo, seco y acomodo los platos, así no abra nada que hacer cuando regrese por la tarde, al revisar que todo esté debidamente organizado y limpio tomo el saco que hace juego con el pantalón y me dirijo al estacionamiento del edificio. Ya en el auto, lo enciendo...
"!!!The scars of your love remind me of us
(Tears are gonna fall, rolling in the deep)
They keep me thinking that we almost had it all
(You're gonna wish you never had met me)
The scars of your love, they leave me breathless
(Tears are gonna fall, rolling in the deep)
I can't help feeling!!!"
- ¡¡Hijo de su ...!! - grito asustado
Y como no me voy a asustar, si la radio se encendió y empieza a sonar, a un volumen excesivo, reproduciendo una de las canciones revoltosas que escucha la loca de mi hermana. Gracias a eso casi me da un infarto, tanto así que pegué un brinco en el asiento dándome un golpe en la cabeza y de a paso despeinado mi cabello que con tanto cuidado había arreglado.
Nota mental: Prohibirle a mi hermana que ponga su música mata neuronas o que por lo menos la quite antes de bajar.
"Si claro, como si tuvieras el valor de decirle o ella las ganas de hacerte caso"
A veces creo que mi conciencia tiene algo en mi contra. No me mal entiendan no soy un amargado ni nada de eso, es solo que prefiero sonidos más relajantes, además, hoy estoy especialmente nervioso. Y es que es mi primer día de trabajo, por fin todo el tiempo y esfuerzo que dediqué a estudiar y a trabajar a medio tiempo están dando resultados, conseguí ser profesor en una buena escuela, justamente en donde yo mismo fui alumno durante mi adolescencia. Me siento muy emocionado, estoy logrando todo lo que siempre soñé para mí vida y no voy a permitir que nada ni nadie lo arruine.
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Aquí el primer capítulo de este libro, que a su vez forma parte de una Saga titulada SECRETOS, que consta de 5 libros. En su debido momento les haré saber el titulo de cada uno. Tomen en cuenta que este es el primer libro, por lo que deben leerlo antes que el resto, de contrario se harán spiler's y yo no me hago responsable por eso.
Otra cosa más, si desean conocer a los personajes de esta historia, los lugares mencionados y otras cosas interesantes, pueden visitar mi cuenta de I*******m, me encuentran como escritoradeluna.
Como ya se lo habían propuesto, vivieron plenos el resto de sus vidas, hasta que cerca de los ochenta y tres años, Valeria fue víctima de cáncer de pulmón. Le consumía la vida, fue realmente rápido lo que avanzó y poco el tiempo en el que estuvo en cama. Pero el suficiente para terminar su misión en esta vida, solo le quedaba una sola cosa por hacer, solo una cosa y podría irse en paz. —Hija, necesito que llames a Ricardo. Debe estar en la bodega, piensa que no lo sé, pero cada que va ahí, lo hace para llorar, lo conozco tan bien. Dile que es importante —le dijo sonriendo, después de eso, ella salió y fue a buscarlo. Efectivamente, lo encontró con los ojos rojos y húmedos. Sin perder tiempo fueron hasta la habitación donde descansaba ella. Pasaron por la cocina, donde estaba la mayoría de la familia. Toda la familia, había estado muy al pendiente de ella, porque ya el médico les había indicado que no había nada que hacer, más que fuera feliz los últimos días. Llegaron hasta la cam
Cada día que pasaba, Ricardo entendía las razones por las que Valeria no quería decirle a Íngrid, que él era su verdadero padre.Era una muchacha alegre, responsable y que amaba a sus padres muchísimo, no podía hacerle eso. De cualquier manera, Manuel podría ser el peor esposo del mundo, pero como padre era totalmente diferente.Se notaba el cariño que tenía por sus hijos, incluyéndola a ella.Estar ahora cerca de ella, compensaba todo lo demás, la quería igual que sus primeras hijas, incluso ya se habían conocido Ingrid y Angie, y se habían hecho buenas am
Ricardo se había encontrado con Alejandro hacía un poco más de un mes. Salieron a beber un rato, le contó que se había casado con Maritza y que eran muy felices.Desde que dejaron la empresa en donde habían trabajado juntos, se perdieron el rastro, hasta ese día que se habían encontrado por casualidad.Se pusieron al día de todo lo que había pasado en esos largos años.Cuando Alejandro le contó que Maritza era su esposa, de inmediato preguntó por Valeria, sabía que cerca de la una, estaba la otra.—Valeria está bien, decidió irse a dar clases a una escuela secundaria. Ha estado ahí desde hace mucho, ya ni sé por cuántos años —Ricardo lo escuchaba atento.—Su familia… ¿Cómo está su familia? —Alex no pudo evitar reír a carcajadas, dejando a Ricardo confundido.—Si preguntas por sus hijos, todos bien, pero si lo haces por su esposo, déjame decirte que no hay esposo por el cual preguntar —las mariposas muertas en su estómago, habían resucitado como un ave fénix, podía sentirlas bailando d
Frente a ella, estaba Ricardo. Su Ricardo. Las canas lo habían hecho aún más guapo que como lo recordaba, los años le habían sentado de maravilla.—Ri… Ricardo… ¿Cómo es posible? —se llevó las manos a la boca y los ojos se le cristalizaron de inmediato.—Yo lo hice posible, si yo… por aquí… —le decía Maritza haciendo ademanes para llamar su atención.Él no articuló palabra alguna, simplemente se acercó a ella sonriendo, la tomó de los hombros y la acercó a su pecho. La rodeó completamente con sus brazos y la apretó en el más posesivo de los abrazos.—Te extrañé tanto durante estos largos años —fue lo único que le dijo.La separó ligeramente y sin más, le plantó el más hermoso y apasionado de los besos.Estaba lleno de nostalgia y añoranza, ella lo había extrañado muchísimo también.Cuando se separaron, ya estaban completamente solos. Sus amigos se habían esfumado y lo agradecían, necesitaban estar solos en ese encuentro tan especial.—¿Esto es real? —le tocaba el rostro y lo veía por
Las cosas entre Manuel y ella se habían puesto insoportables. Para su fortuna, ya no tenía por qué lidiar con él, cuando iba por los chicos ellos salían y no tenía que verle la cara. Había tratado de evitar que las cosas llegaran a este punto, solo que simplemente, él no aceptaba la realidad.Después de poner en orden su vida, se dedicó de lleno al trabajo y a sus hijos, Ya había pedido su plaza para dar clases, se había especializado en escuela secundaria y para su buena suerte, le habían dado un lugar dentro de la misma ciudad y no muy lejos de su casa.Estaba haciendo lo que realmente quería, lo que había soñado toda su vida, lo que le hubiera gustado que su esposo la apoyara y tal vez, en el mejor de los casos, aún estarían juntos.Pero era inútil ya pensar en eso. Las cosas habían sido diferentes y no le quedaba más que poner lo mejor de ella para seguir creciendo y ser feliz.Miles de cosas le recordaban a Ricardo, la música principalmente. Escuchando la radio un día al ir a su
Las palabras de Valeria, resonaban en la cabeza de su esposo. Era justo lo que temía y se estaba haciendo realidad.“¿Acaso era verdad lo que le había afirmado Valeria? ¿Él tampoco la amaba ya?” pensaba.—¿Estás segura? —quería que le dijera que no, él no lo estaba, necesitaba que se dieran una última oportunidad.—Hace mucho, estoy segura de que no te amo de la manera en la que lo hacía y no me malentiendas. Te aprecio, eres el padre de mis hijos, pero ya no es como antes, nunca dije nada porque simplemente… tenía miedo —pero ahora se sentía liberada.Sentía que le habían quitado mil pesas de encima, se sentía liviana, aun mirando que, para Manuel, las cosas eran totalmente diferentes.Pero ya había dado el primer paso y hacia atrás no daría ninguno.Ya no estaba dispuesta en pensar en los demás antes que en ella y este era el principio para hacerlo.—Una última vez, por favor —la tomó de las manos y con ojos llorosos y suplicantes le pedía aquello que, para ella, hacía mucho que hab





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