Juego de mesa.
—Sabes que aunque él es mi hermano, siempre está tras de ti —me mira a los ojos , perdido en ellos ,con una voz ligera y aterciopelada.
—Lo...lo sé Sam...—respondo nerviosa, pálida, sumergida en sus labios carnosos y su piel impregnada de Chanel N°5.
Regreso a la sala ,muy quieta, pensando en como rozaba su miembro duro en mi vientre mientras me advirtía de Mark.
Sam sale tras de mí, siento su mirada envolviendo mi espalda y casi puedo oler su aliento entrando y saliendo de su boca.
—Ya regresaron,¡qué bien!... juguemos a algo —nos invita Mark sentado en el suelo con las piernas cruzadas y la espalda apoyada sobre la silla, sacando algo de su maleta.
La piel se me eriza cuando nos invita a jugar ,me recuerda mi primer día aquí, en este departamento.
—¿Cómo qué jugar Mark?... ahorita son las doce ...—gruñe Sam cruzado de brazos.
—Aún hay tiempo,son las 9, además,¿Qué vamos a hacer?—explica mirando su reloj de mano acomodando unas piezas en un trozo de cartón.
Sam baja la mirada,sabe en