_ Disculpame querida _ dijo Blake suavemente _. Atiendo esta llamada y regreso. ¿Sí?
Madelaine enmarcó una ceja. ¿Qué era tan importante como para abandonar el almuerzo?
Ella asintió sin decir nada.
Blake cruzó rápidamente el salón hasta el estudio.
_ Hola... _ dijo con seriedad y preocupación.
Del otro lado, se escuchó un carraspeo y luego, una tos ronca y pesada.
_ ¿Qué diablos piensas que estás haciendo Santino? _ dijo furioso Don Carlo _. ¿Hasta cuándo estarás jugando con tu mujercita? Te recuerdo, que estamos con muchos problemas como para que abandones todo en manos de Henry. Tienes una obligación con la familia, y debes cumplirla.
Blake respiró hondo, la presión de su tío cada vez era más feroz. Se estaba hartando de esa doble vida, pero a la vez, quería complacer a su tío al que consideraba su verdadero padre.
_ Tío... _ dijo, tratando de ser cauto con sus palabras _. Mi esposa estuvo muy enferma, no me quedé junto a ella por capricho. Mi deber era estar junto