Capítulo 85. Cerca de la muerte, cerca de la esperanza
— ¡Victoria! —Gritó el niño de nuevo y ella jamás sintió tanta desesperación en su vida.
— ¡La puerta tiene seguro! ¿Giancarlo estás bien?
Silencio.
Victoria se echó atrás y con impulso le dio un golpe a la puerta con el hombro.
— ¡Ayuda! —Gritó desesperada y el ama de llaves vino con las llaves del cuarto y abrió la puerta.
Victoria entró y no vio a Giancarlo.
Semejante desesperación no sintió antes, la ventana estaba abierta.
—Dios mío, se lo llevaron, ¡busque a Slashdot! —Ordenó Victoria, pero ya la mujer no estaba.
— ¡Victoria!
Esa era la voz de Giancarlo y Victoria corrió a la ventana.
Si antes estaba desesperada por el miedo, ahora sí que sintió morirse.
El niño colgaba precariamente de una pestaña del adorno arquitectónico que decoraba el marco de la ventana.
— ¡Ayúdame Victoria, me resbalo!
Victoria sacó medio cuerpo por la ventana, pero no alcanzaba la posición del niño, él estaba por caer y si lo hacía se partiría el cuello.
Victor