Massimo está distraído y sumido en un extraño silencio mientras vamos camino al casino, y por primera vez agradezco ese silencio ya que no puedo dejar de pensar en la nota que encontré en su billetera esta mañana.
La camioneta se detiene y baja para después tenderme la mano y ayudarme a bajar, veo a varias personas que están en la entrada del casino.
—No sé si me agrade como te miran algunos—dice Massimo a mi lado mientras avanzamos hasta adentro con mi brazo entrelazado al de él—Siento que quieren ver lo que hay debajo
Le doy una sonrisa, porque cuando me vio con el vestido no le hizo mucha gracia. Era un vestido de fiesta rojo corte sirena ajustado hasta las rodillas, desde donde partía una falda con un discreto vuelo. Era atrevido y seductor confeccionado en lentejuelas, con un pronunciado escote en «V», tanto delantero como trasero. El cabello lo había domado en un recogido sexi.
—Cariño. Solo tú sabes lo que hay debajo de este vestido—le guiño—¿Qué hay para esta noche?
—Tenemos u