—Yo...— Teo López mostró una expresión incómoda, teniendo algo en la punta de la lengua sin decir nada.
Polo Juárez le dio un fuerte golpe y exclamó —¡Si no me dices la verdad, ¿cómo puedo ayudarte?!
Hubo un largo silencio antes de que Teo murmurara en voz baja, —Solo he visto a Natalia Ruiz unas pocas veces, pero siempre está persiguiéndome. En esta ocasión, no sé cómo se coló en la gala, y después de beber la copa que me dio, perdí toda mi energía.
Polo rodó los ojos varias veces, furioso e impaciente.
—¡Solo perdí energía, no perdí el conocimiento! ¿Entiendes?— explicó Teo en tono más alto.
—¿Crees que no sé si hiciste algo o no?
—Además, hay otra razón...— su voz se volvió más suave y lenta, —después de beber alcohol, simplemente... no puedo... ponerme firme.
—¿Qué estás diciendo?— Polo se quedaba pasmado.
Teo frunció la boca y lo miró fijamente.
Ese había sido su secreto, nunca lo había compartido con nadie. No tenía problemas en su vida cotidiana, pero en cuanto tomaba alcohol, n