Teo hizo una pausa y preguntó con voz grave, —¿A quién quiere hacer desaparecer?
Tras un inquietante silencio, Diego escupió pesadamente unas palabras:
—¡El tercer hijo de la familia Juárez, Polo Juárez!
Un destello frío brilló en el fondo de los ojos de Teo.
—¡Ven a la Ciudad Central si estás libre y nos reuniremos y hablaremos de ello en detalle!
...
Lucía miró a Lynn que estaba acurrucada en la cama con algo de pena, no pudo evitar que se le agriara la nariz y le acarició suavemente la espalda.
Desde su regreso, Lynn no había dicho una palabra, encerrándose en su dormitorio nada más entrar, con sus dos ojos aparentemente desenfocados como una cuerpo a la que se le hubiera vaciado el alma.
—Lynn, tienes hambre, ¿verdad? —Lucía lo intentó todo para hablarle —. Doctor Mason y Jorge están fuera. Les pediré que cocinen algo para que comas, ¿vale?
Los párpados de Lynn se crisparon y una lágrima cayó por el rabillo del ojo.
El corazón de Lucía se paralizó.
La Lynn que ella conocía siempre