187. La historia de Rylan
Stefanos
Ella me estaba mirando con esa mirada que yo conocía demasiado bien. Curiosa, determinada y ligeramente manipuladora. La típica expresión de mi ruina favorita cuando está a punto de arrancar un secreto.
Acaricié su rostro con la punta de los dedos, pasando por el pómulo hasta la barbilla. "Ese lado tuyo curioso todavía va a lastimar a alguien, ¿sabías?"
"Sí", respondió ella, acomodándose con aire victorioso. "Podría terminar lastimando a Jenna... y dudo que a tu Beta le guste ver a la Luna en su forma más furiosa."
Reí, alejándome para tomar otro pedazo de pan. "Ya le advertí eso. Si Jenna se lastima por esta gracia suya, va a terminar perdiendo los testículos."
Ella se echó a reír, libre, divertida. Y me perdí por un segundo en el sonido.
"No solo eso, Stefanos", dijo, recomponiéndose. "Tendrás que encontrar un nuevo beta."
Fingí abrir mucho los ojos. "No llegarías tan lejos."
Ella se acomodó en la silla, con los ojos clavados en los míos, seria como solo ella sabía serlo. "