En los estados unidos todos seguían con la angustia por el secuestro de Cristian, Los Alfas Ferragamo no se explicaban por qué no habían conseguido una sola pista, tres semanas habían pasado, el Alfa Adriano ya había perdido toda amabilidad, estaba en estado casi salvaje, uraño y evidentemente demacrado por no dormir ni comer bien

El Alfa Bruno estaba entrando a su oficina, habían tenido que reincorporarse a sus actividades después de todo el imperio Ferragamo no de dirigía solo, la oficina del Alfa Adriano estaba destrozada y en completa oscuridad, de pie mirando por la ventana estaba el lobo Adriano, en su mano llevaba una botella de whisky y en la otra un cigarrillo que era lo único que alumbraba un poco el lugar

¿Qué quieres Bruno? !claramente pedí no ser molestado! ¡no estoy de humor para hablar contigo ni con nadie!

¿Ni siquiera conmigo? una hermosa mujer esbelta, elegante y con mucha clase llegaba a ver a su hijo, la luna Isabela de Ferragamo había venido a ver a su cachorro, l