El mensaje que lo cambió todo
Ariana Prescott
Cuando leí su mensaje, el celular casi se me cae de las manos.
¿Son míos?
Dos palabras, una pregunta que podía derribar todo lo que había construido en cinco años.
Cerré los ojos y respiré profundo, intentando que el corazón dejara de golpearme como si quisiera escaparse. Luca y Eliana seguían dormidos, ajenos a que su mundo —nuestro mundo— estaba a punto de tambalearse.
No contesté de inmediato. No porque no supiera la respuesta, sino porque no quería dársela. No tan fácil. No después de lo que él me hizo.
E hice lo más maduro que me salió. Apagué el teléfono. Lo tiré al sofá y me fui a la cocina a preparar un café, como si un poco de cafeína pudiera ayudarme a digerir cinco años de silencio.
Pero mi mente, traidora, no podía dejar de reproducir recuerdos Esos que creí haber enterrado hace tiempo.
Pero no hoy, con solo dos palabras, todo volvía a salir, cada uno de nuestros momentos, como el primer beso…
La primera vez que me besó en l