POV DE SIMEON
—Podía escuchar la voz de la Luna discutiendo contigo desde diez pies de distancia —dijo Selena al entrar en mi habitación con su habitual calma, sosteniendo un cuenco humeante de hierbas amargas.
—No le hagas caso —respondí, forzando una leve sonrisa—. No quiere que vaya al territorio del Clan Nax mañana.
Tomé el cuenco de sus manos; el olor amargo ya me revolvía el estómago.
Los ojos de Selena se mantuvieron fijos en mí mientras bebía.
—Escuché sus amenazas, Alfa —dijo en voz baja—. Y te aconsejo tener precaución. Hay peligro en su tono, Alfa. Una mujer como ella no debe ser subestimada.
Tragué el último sorbo de las hierbas, haciendo una mueca por el sabor.
—No puede hacer nada —respondí, restándole importancia mientras buscaba en el cajón de mi escritorio algo dulce que borrara aquel amargor—. Nada.
Selena no parecía convencida. Comenzó a guardar sus amuletos y frascos dentro de su bolso de cuero.
—Si tú lo dices, no hay problema. Pero pude sentir la ira en su voz cu