POV DE KIRA
Todo sucedió tan rápido.
Un minuto estaba mirando a Simeon, todavía tratando de asimilar su absurda propuesta, y al siguiente, toda la habitación tembló con el sonido de pasos pesados. Provenían de la entrada, fuertes y firmes, como soldados tomando terreno enemigo.
La puerta se abrió de golpe sin previo aviso, y antes de que Simeon pudiera siquiera reaccionar, un grupo de hombres irrumpió en el interior. Reconocí su olor áspero antes de ver sus rostros. Rogues. Pero no cualquier rogues—eran los de Jack.
Mi corazón se desplomó.
Entraron como si el lugar les perteneciera, como si hubieran estado allí cientos de veces antes. Sus botas dejaron marcas en el suelo pulido, las armas colgaban con soltura de sus manos, y sus ojos—fríos, seguros—recorrieron la habitación como si buscaran a alguien.
—¿Qué demonios pasa aquí? —soltó Simeon, poniéndose de pie de un salto—. ¿Acaso mis guardias no les dijeron que tengo visitas? —Su voz era afilada, llena de furia, pero nadie se movió.
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