C35-TELENOVELA BARATA.
C35-TELENOVELA BARATA.
A la mañana siguiente, Katerina llevó a Arthur a los jardines, como hacía cada día. James ya se había ido, lo sabía porque lo había visto en la habitación del bebé antes de salir. No esperaba encontrarlo allí, inclinado sobre la cuna, murmurando algo a su hijo antes de marcharse.
Aquella imagen le revolvió el corazón.
Y tampoco podía quitarse de la cabeza lo que había pasado en el despacho la noche anterior.
El beso.
El calor de la lengua de James y cómo casi se deshace. Se avergonzó sola y el calor le subió a las mejillas.
«¿Cómo pude dejar que me tuviera así?» se reprochó.
Pero la verdad era que tuvo que morderse la lengua para no ceder, para no arrodillarse y darle lo que él quería. Y, mierda, ella también lo quería. No solo su polla en la boca, sino más, mucho más.
«Para, Katerina, deja de pensar cochinadas» se regañó, sacudiendo la cabeza.
Intentó distraerse y pensó en Grayson, en lo que debía hacer. Si lograba contactarlo, tendría una oportunidad. Pero est