C85-BOVEDA FAMILIAR.
C85-BOVEDA FAMILIAR.
El ambiente en la mansión seguía cargado, como si las paredes aún recordaran los gritos de la última discusión, afuera llovía con paciencia, y ese sonido constante parecía marcar el pulso de una casa que intentaba volver a respirar. Katerina junto a la ventana de la biblioteca, acunaba a un Arthur profundamente dormido, el peso tibio del niño contra su pecho la mantenía en pie.
En ese momento él era su ancla y su razón.
Cuando James entró, no lo hizo con paso firme, avanzó despacio, casi con cuidado, porque no sabía cómo enfrentarse a ella.
—Katerina —dijo y su voz no era la del jefe, era la de un hombre arrepentido.
Ella no se giró y su espalda se tensó apenas, lo justo para que él lo notara.
—¿Viniste a reclamarme?
James tragó saliva y se acercó un poco más, deteniéndose a una distancia respetuosa, sin querer invadir su espacio.
—No. Vine a decirte que fui un idiota, un idiota arrogante y ciego.
Eso la obligó a girarse y ya sus ojos estaban brillantes, llenos