Capítulo 721
De pronto, Fernando cerró los párpados con fuerza, como si temiera que fuera una ilusión. Al volver a abrirlos, comprobó que Luciana seguía ahí.

—¿Por qué me observas así? —bromeó ella—. ¿No me querías ver?

—No, no es eso… —respondió él, todavía aturdido.

—Ay, por favor —replicó Luciana con un tonito de impaciencia—. Tú estás enfermo, pero no tanto. Yo estoy embarazada y no debería cansarme. Anda, ve a buscar agua.

—¡Ah… sí! —Fernando reaccionó al fin, tomó el jarrón y se metió al baño.

Regresó al cabo de un momento, pasándole el florero lleno:

—Luciana, aquí tienes.

—Gracias.

Él seguía pasmado, así que Luciana suspiró.

—¿Te sorprende? Te dije que volvería, ¿no?

—Sí… —Él asintió con expresión de sorpresa, sintiendo un ligero calor en el pecho, como si despertara de un largo letargo.

***

Tras la visita, Luciana se dispuso a marcharse. Mientras esperaba a que llegara el vehículo, vio de lejos a Clara. Ella caminaba con cara de pocos amigos, saliendo por la puerta este, y se encontró con
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