Capítulo 1340
—Luci.

Con los ojos enrojecidos, Lucy sacó un sobre del bolso y se lo entregó a Luciana.

—Aquí adentro están nuestra dirección en Toronto y nuestros teléfonos. Si tú… —la voz se le quebró y ya no pudo seguir—. Quiero decir, si alguna vez necesitas algo, si llegas a venir a Toronto, acuérdate de buscarnos.

—No tienes que sentir que le quedas mal a nadie. No queremos que nos agradezcas ni que nos perdones. Solo… solo…

Al verla incapaz de continuar, Enzo tomó el hilo:

—Solo queremos, como padres, hacer algo por nuestra hija. Al final, también es por nosotros. Por eso, no necesitas perdonarnos, y tampoco cargar con la idea de que “le fallas” a Ricardo.

Las lágrimas de Lucy se desbordaron y asintió una y otra vez. Sí, eso era exactamente lo que quería decir.

A Luciana se le estremeció el corazón; giró el rostro de golpe y los ojos se le llenaron de agua.

—Luci…

Lucy no apartó la mirada de su hija; la recorrió con hambre de años.

—Nos… ya nos vamos.

No pudo contenerse y la tomó fuerte de la
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP