Capítulo 1037
Se detuvo, bajó de prisa y caminó hacia ella.

—¿Pasó algo? —preguntó, pensando que había surgido un problema.

—Marti —musitó Salvador, suave—. En un par de días quiero venir a buscarte y llevarte de vuelta. ¿Te parece?

Martina se quedó helada. Ella estaba de comisión; el hospital enviaría su propio vehículo. ¿Qué significaba “venir a buscarla”?

No respondió.

—No le des vueltas —sonrió él—. Solo quiero pasar por ti. Sin presiones, seguimos tu ritmo, ¿sí?

Se giró, subió al coche y, esta vez, no volvió la vista atrás. El motor se perdió en la noche.

Martina se quedó plantada, inmóvil, durante mucho, mucho rato.

***

Unos días después, Martina terminó todo su trabajo.

Al atardecer, guardó sus cosas y se dispuso a marcharse. Arrastró la maleta hasta fuera; el vehículo que había enviado el hospital ya la esperaba en la puerta, pero Salvador no aparecía por ningún lado.

¿Será que aquel día lo dijo solo por compromiso?

Tal vez pretendía venir y el trabajo lo atrapó… Al fin y al cabo, es el dire
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP