Apenas Piero salió del lugar, tanto William como el otro hombre allí se pusieron en movimiento. William atendió rápidamente a Jacob; el otro tipo me ayudó a sentarme. Jacob estaba sangrando abundantemente; se iba a morir por mi culpa.
— Lo siento, de verdad — le dije llorando.
Jacob me miró mal.
— Deja de llorar, me estás molestando — me dijo.
En su rostro no había expresión alguna; parecía como si no le doliera.
— ¿Se va a morir? — le pregunté a William.
— Deja de llorar o te lanzaré del balcón — me amenazó Jacob.
Yo me limpié las lágrimas y asentí con la cabeza.
— ¿Entonces no te vas a morir? — le pregunté.
Jacob me miró.
— Esperemos que no — contestó tranquilamente.
— Piero es un bastardo, él no quería matarte, solo quería lastimarte — comentó William, la herida de bala se vería horrible.
William buscó un bisturí y cortó la piel, así, sin anestesia ni nada. ¿Cómo podía aguantar algo así? ¿Acaso el dolor no existía para ellos?
— No debiste decir todas esas cosas, ¿acaso quieres mori