Mundo ficciónIniciar sesiónEn Zúrich, la Clínica Rothschild se elevaba contra las montañas nevadas como catedral de cristal y acero, toda líneas limpias y tecnología que probablemente costaba más que países pequeños. Cassandra estaba de pie en la terraza del piso doce, observando cómo las luces de la ciudad parpadeaban abajo como estrellas terrestres.
Su teléfono descansaba sobre la barandilla de metal, la conversación con Sebastián todavía abierta. "Igual." Una palabra que no decía nada pero que de alguna manera lo decía todo.
—Pensé que encontraría aquí a nuestra estrella fugitiva.
Cassandra se giró. Richard Fontaine salió a la terraza con dos copas de vino tinto, ofreciéndole una con sonrisa que había perfeccionado para desarmar defensas.
—No bebo cuando mi madre está a horas de cirugía mayor







