Capítulo 50: Entre cenizas y sombras.
Narrador.
El cielo estaba despejado sobre la Mansión Montero, pero esa tranquilidad era solo una ilusión. Después del reciente ataque a Elías, las medidas de seguridad en la mansión se habían vuelto más estrictas. Fabiola tomó el mando del equipo de seguridad y, después de una cuidadosa selección, ese día presentó a un nuevo miembro.
—Esta es Elisa Morán —anunció Fabiola mientras la mujer se mantenía firme frente a Carolina—. Es recomendada por una agencia asociada en Argentina. Tiene experiencia militar, pasó cuatro años en misiones de alto riesgo. Dice que está lista para todo.
Carolina observó a la mujer de pies a cabeza. Era de estatura media, con una figura atlética, el cabello recogido en una coleta baja, una expresión neutra, y sus ojos oscuros no mostraban emoción. Demasiado serena para alguien recién llegada.
—¿Tienes experiencia como guardaespaldas? —preguntó Carolina, directamente.
—Sí, señora. He trabajado en entornos peligrosos y bajo amenaza directa. Puedo seguir instruc