Capítulo 60: Tres corazones.
Narrador.
Desde que volvieron de la isla, la mansión Montero parecía diferente. Los jardines lucían más vibrantes, el aire era fresco, y las sombras que antes merodeaban sus pasillos se desvanecían lentamente. La amenaza del Círculo de la Serpiente había concluido, y por primera vez en mucho tiempo, Carolina podía respirar tranquila.
Carolina estaba embarazada desde hacía casi cinco meses. Su barriga ya se notaba, y aunque su cuerpo había cambiado, su fuerza de voluntad se mantenía firme. Continuaba su entrenamiento bajo la tutela de Fabiola y caminaba cada día por los pasillos custodiados de la propiedad, acompañada por un pequeño grupo de seguridad que Elías había aumentado pues seguía alerta, aunque ya no hubiera peligro aparente.
Sin embargo, ese día no era para hacer ejercicios ni para estar alerta. Era el día de su ecografía de rutina, la más significativa del segundo trimestre. Elías había insistido en que irían juntos, como en cada cita desde el primer día. Pero en esta ocasió