Capítulo 16: Mi mejor versión.
NARRA CAROLINA.
El suave ruido de la puerta principal al cerrarse me hizo alzar la vista. Estaba sentada en el sofá del salón, abrigada con una manta, sosteniendo una taza de té que ya estaba frío. Mi cuerpo seguía agotado por el sexo de los últimos días, pero lo que más pesaba era el estado de mi alma. Elías entró en silencio. Llevaba una chaqueta oscura y su cabello estaba algo despeinado por el viento. Tenía una confianza que era genuina, no era una actuación. Se detuvo al verme, como si necesitara confirmación de que realmente estaba allí.
—He vuelto —dijo en un tono suave, como si su llegada pudiera romper algo frágil.
No respondí, solo hice un gesto afirmativo. Colocó su abrigo en el perchero y se acercó a mí. Tenía una carpeta negra en la mano. Se sentó a mi lado, pero mantuvo cierta distancia. Me ofreció la carpeta en silencio.
—¿Qué es esto? —pregunté, llena de desconfianza.
—Tu vida —fue su respuesta.
Mis manos temblaron ligeramente al abrirla. Ahí estaban las imágenes: sonr