CAPITULO 46: ATRAPADOS EN SU PROPIA TRAMPA.
NARRADOR.
Los vehículos blindados avanzaban por la carretera como sombras oscuras en la noche. Eran cinco SUV adaptadas, con vidrios reforzados, motores mejorados y compartimentos secretos para armas pesadas. Camilo se encontraba en el segundo vehículo, revisando el plano digital de la mansión. Graciela estaba en el primero, usando un auricular que la conectaba con todos los mercenarios.
Las rutas de acceso ya estaban planeadas. Entrarían por el lado norte y usarían explosivos para destruir la puerta del garaje. Un grupo adicional se encargaría de acabar con los francotiradores y abrir el camino hacia la sección residencial.
Graciela miraba el paisaje rural que pasaba por la ventana. No hablaba, pero su mente estaba agitada. Se imaginaba la expresión de Carolina al verla llegar, mientras la casa estaba en llamas. Visualizaba a Elías Montero suplicando por su vida.
Sin embargo, ni ella misma estaba lista para lo que hallaron.
Los mercenarios formaron una línea perfecta. Los explosivos