Capítulo 47: El juicio de Carolina.
Elías salió de la bodega con paso lento, en la bodega de al lado tenían a camilo, ordeno que 3 de sus hombres más grandes le dieran una calurosa bienvenida, sus gritos se podían escuchar afuera, pero ese solo era el inicio se preparaba para ingresar cuando una camioneta se detuvo justo frente a él.
Carolina bajo con una sonrisa y un maletín en la mano.
—¿Qué haces aquí? Te pedí que esperas en el hotel.
Ella le dio un beso en la mejilla.
—Entiende que tengo una cuenta que saldar.
—Déjame hacerlo, no quiero que manches tus manos de sangre.
—Si no lo hago no podre tener paz.
Elías suspiro.
—Esperare por ti.
La luz que parpadeante en la bodega parecía burlarse de la oscuridad que llenaba el lugar. Las paredes estaban húmedas y oxidadas, y el silencio solo era roto por el sonido regular de una gota de agua cayendo desde una tubería rota.
Camilo estaba atado a una silla metálica. Sus muñecas, heridas e hinchadas, colgaban a los lados. Su cara mostraba señales de los golpes; el ojo derecho c