Emma
Mi corazón se estruja ante aquel pensamiento, el solo hecho de pensar a Theo con alguna mujer y lejos de nuestra vida, no es algo que me haga feliz y no entiendo la causa.
El nudo en mi estomago se hizo más grande cuando me lo imaginé en su casamiento, con alguna bella mujer y después los hijos. Unos bellos niños con sus ojos hipnóticos y su misma sonrisa.
Tal vez hasta un pequeño hoyuelo en alguna de sus mejillas, como los que se le hacen a él.
— En algún momento se casará Emma y esto será un recuerdo —susurro para mí.
Theo Hamilton merece una bella mujer, con clase… perfecta, que pueda darle cada primera vez, que lo haga descubrir el amor.
Merece a alguien que le de cada pequeña cosa de ese sentimiento que me es ajeno. Porque nadie logró que lo sintiera. No sabía lo que eran las cosquillas, esas sonrisas espontáneas, la corriente invadiendo tu cuerpo.
Cada una de las cosas me eran ajenas. Al menos en lo que a pareja se trataba, porque sabía lo que era ser feliz por el solo hech