Cap. 102
Deambuló de círculo en círculo en compañía del respetado doctor. C le abría el camino a nuevas oportunidades en su vida profesional, los asistentes al banquete eran hombres y mujeres de renombre en el campo de la medicina, doctores reconocidos, investigadores galardonados, la crema y nata de la esfera de la salud congregada en el mismo sitio para festejar. El hecho que C hubiese elegido la velada para nombrarla subdirectora del hospital comenzaba a enfermarla; como era habitual en ella, buscó la manera de salir huyendo, sin embargo, parecía que C podía leer sus pensamientos y predecir cada uno de sus movimientos, procuraba mantenerla cerca, observada y no muy apartada, se contoneaba entre sus colegas presumiéndola como un objeto inalcanzable.
¿Lista para ser arrojada a los lobos?— Cuestionó el rubio en voz baja, dándole un elegante sorbo a la tercera copa de champagne.
¿Me disculpa un segundo? Debo ir al tocador. — Masculló, lanzando una súplica muda para escapar durante dos minutos d