17.

Ella se hace pequeña, casi en posición fetal. A ninguno de los dos nos gusta hablarle en este tono duro y cortante, pero no puedo dejarlo pasar como las otras veces, ella tiene que entender la gravedad de lo que hizo.

—Voy a vestirte.

—Yo... pue...do— murmura sin mirarme.

—No, no puedes. Ni siquiera logras formar una oración.

—No seas tan duro con ella— me gruñe Zah.

—Si le seguimos perdonando todo, va a seguir escapando, cada vez que lo hace queda herida.

Está vez pudo morir.

—Si sigues siendo rudo te voy a quitar el control, ni siquiera tú tienes el derecho de hablarse así a mi Zanahoria.

Me enseña sus colmillos, está demás decir que me gruñe.

Yo agarro el bolso que pedí a medianoche, un omega de mi confianza trajo algo de ropa de la que compramos. Ella solo tiene una bata que no le cubre nada y esta abierta en la parte de atrás.

—Voy a quitar tu intravenosa.

Ella me mira insegura, con cuidado lo hago. Es algo básico que aprendí hace tiempo para poder salir del hospital.

Quito su
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App