~Dominic~
Sabía que nuestra conversación no iría bien, pero creo que eso no fue exactamente bueno.
Verla llorar, sentir su dolor, cómo se derrumbaba por tantas cosas, me dolía. La dejé sola en el baño porque así lo sentía; ella no me quería cerca.
Preparé su ropa, dejándola en la cama, mirándola por un largo rato sin saber qué más hacer o cómo moverme.
El agua seguía cayendo, pero yo solo pude hacer nada.
Lark permanece callado; por primera vez en tanto tiempo, no tenía nada que decir. Ella nos odiaba, lo había dicho.
Me acerqué al escritorio que había arreglado de forma provisional en este espacio. Sobre él se encontraban esparcidos papeles de la manada, movimientos de Damien, negocios dentro y fuera del Reino.
Todo lo que había movido para tenerla y ahora todo lo que tengo que mover para protegerla.
Damien ha estado como loco buscándola, invadiendo cada manada hasta casi volverla cenizas con tal de encontrarla.
No podía permitirlo.
—¿Qué es?
Giro para encontrarme con Alan