~Alana~
Mis pasos resuenan en los pasillos silenciosos; las doncellas se inclinan ligeramente al verme. Podía ver sus leves temblores, el miedo y la incertidumbre brillando en sus ojos, pero también un atisbo de ánimo que me hacía sentir más segura de lo que hacía.
—Alana, tal como lo pensaste, la manada de Monte Blanco fue tomada por el padre de Clara. Ahora parece estar dividida en dos, aunque la parte más fuerte pertenece al Alfa invasor.
Tomo el informe y leo el resto. Ellos saben que yo iré; la forma en la que fortificaron sus fronteras y en cómo tienen amenazados a la parte más vulnerable de la manada me lo dice.
Paso la hoja, mirando el informe que me interesa. Edward protege lo único que posiblemente le quede de un vínculo que está a nada de romperse.
Su cachorro.
El hijo de Walker que crece en el vientre de ella.
Es por lo único que no se ha alzado en contra de la amenaza que ha tocado su manada, porque si lo hace, dejará expuesta una entrada para que lleguen a ella.