~Dominic~
Estar tan cerca de ella y no poder tenerla como quisiera era una tortura lenta y agonizante, más que ninguna otra de las que he sufrido.
La veo dormir en medio de la oscuridad, su cuerpo apenas iluminado por los rayos de luz que entran por las suaves cortinas.
Mi presencia es ajena a todo su mundo; ella no me percibe, aunque su cuerpo sí lo haga; su esencia misma me llama, a pesar de que ella no se dé cuenta.
Lark no está feliz al saber que ella no puede reconocernos; es como si nuestro olor no la afectara.
Hoy estuve cerca, demasiado. Aún puedo recordar su piel húmeda recién salida del baño, y luego ese leve gemido que envió una sensación intensa por todo mi cuerpo.
Me levanto de la silla acercándome; su piel se eriza y veo cómo sus labios se entreabren. La marca está reaccionando y lo seguirá haciendo cada vez que esté cerca.
Respiré su aroma, su dulce excitación que, aunque sea muy suave, está allí. Su cuerpo me desea, lo hace, y cada gramo de mi autocontrol se está yendo