Capítulo 428
Perla no tenía un pelo de boba como para contarle sus planes.

Una cena que pudo haber sido corta, se alargó hasta que ya era de noche, todo porque César se hacía el bobito a propósito.

Solo quería pasar un rato con ella.

Cuando llegaron al carro, César le abrió la puerta del copiloto, como un caballero:

—Yo manejo, te puedo llevar a casa si quieres. Así después de cenar puedes descansar tranquila.

—¿Y por qué no mejor damos una vuelta por el parque? Comiste un montón, ¿no sientes que te vas a reventar?

Perla se pasó un poco. Llevaba cinco años sin pisar ese restaurante de parrilla, y con tanto plato rico y los recuerdos con Marina, se dejó llevar.

—Caminar contigo ya es mucho. Con haber comido juntos es suficiente. ¿Y tú manejando mi carro? ¿No eres muy confianzudo?

—Después de dejarte, me voy en taxi.

—Entonces lárgate ahora.

Perla fue directo a cerrar la puerta, pero César se coló más rápido.

—Entonces qué tal si... primero me llevas a mi casa.

—¡Ay, por favor! —Perla ya estaba que e
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App