Su indiferencia.
Arthur Orlov.
Mis manos desnudas, frías, aprietan la tela interna de mi pantalón. El pecho me arde con un peso insoportable, como lo que reflejan todas las fotografías. Y entre todo el desespero en mi cabeza, la veo, avanzando hacia un grupo de personas que ofrecen dinero por sus fotos. Camina, habla, sonríe, con la cruel tranquilidad de quien ignora; como si la semana que pasamos juntos no significó nada.
Su rechazo hace tres semanas, y su indiferencia ahora, se hunde en mi pecho. Hiere más que cualquier cuchillo. Molesta más que cualquier insulto.
Creí que después de dejarme, pasaría por un duelo, como todas las sumisas que he tenido, pero ella de nuevo ha hecho lo contrario. Se ha enfocado en su proyecto, ha ampliado su círculo social. Luce brillante con ese vestido blanco satinado, tan pura, haciendo un contraste perturbador con las fotografías de ella donde luce devastada.
Las tomó el día de la fiesta. Tiene el mismo vestido que le vi usar esa noche, pero este está desgarrado, co