Caliente y masoquista.
Gia.
“Bondage; el cuerpo se inmoviliza, como una esclava, utilizando sogas u otros elementos para la restricción.”
“Disciplina; si sigues mis órdenes, tienes recompensa, si eres mala, tendrás un castigo.”
“Dominación; soy tu amo, y disfruto tomar todo de ti porque obtengo un placer inigualable al hacerlo.”
“Sumisión; cada parte de tu cuerpo, incluso lo que piensas, actúa bajo mi voluntad.”
“Sadismo; disfruto verte sufrir.”
“Masoquismo; disfrutas todo el sufrimiento que te causo…”
Trago hondo cuando termina de decir lo último, con ese brillo especial en sus ojos. Todavía me tiene aquí a la orilla de la cama, con mi respiración agitada.
—¿A qué… se refiere con sufrir?
La mirada que estaba en mis pechos desnudos vuelve a mi rostro, erizándome. Veo una pequeña sonrisa malévola y mi interior grita por tenerlo. Me siento tan deseosa de él. Parece que él ya conoce cada parte de mi cuerpo y yo no he obtenido más que su boca en mi capuchón y su saliva en mi ombligo.
—Tu cuerpo demasiado exhaus