POV. Val
Estos días con Dominic han sido mágicos. Me siento plena, completa. Si muriera ahora, lo haría siendo feliz. He tenido todo lo que soñé: voy a ser mamá, tengo un restaurante de ensueño y lo tengo a él... bello, apasionado, entregado a mí con una intensidad que me consume y me salva.
Disfruté mi libertad en el club, experimenté sin miedo. Pero ahora sé que debo cerrar ese ciclo. Las cosas cambiaron, y cuando lo hacen para bien, no hay marcha atrás.
Estoy en el centro comercial esperando a los chicos para ponerlos al tanto de todo lo que ha pasado. Veo a Daemon llegar —sin Victoria—, me da un beso y un abrazo.
—Niña, estabas perdida. Si no es por Victoria, no sé nada de ti —me regaña con cariño.
—Es que entre el restaurante, el centro y Dominic, no he tenido mucho tiempo —me río.
—Ya Victoria me contó que decidiste darle una oportunidad a tu esposo —me dice con una sonrisa pícara.
Me toma de la mano.
—Me alegra. Te lo mereces, Valentina. Gózatelo, disfrútatelo... y llévalo al