Pov. Dominic
—No puede ser… Esto tiene que ser una broma. —murmuré, viendo a Valentina y Victoria sentadas en el restaurante—. Ya nos vieron…
—¿Y ahora? —preguntó Javier, intentando mantener la calma.
—Valentina me está haciendo señas… Quiere que nos acerquemos. Escucha, haz como si recibieras una llamada urgente y vete. Si tú apareces también, Victoria te va a reconocer y Valentina va a atar cabos. No me conviene.
—Ok, ok… —asintió Javier, sacando su teléfono rápidamente
Lo vi alejarse mientras se llevaba el teléfono a la oreja, fingiendo una llamada. Yo, por mi parte, tomé aire, caminé hasta la mesa con una sonrisa forzada y saludé:
—Hola, chicas.
—Hola —respondió Victoria con una media sonrisa—. ¿Cómo has estado?
—Bien, gracias. ¿Y tú?
—También bien.
—¿Y qué pasó con…? —comenzó a decir Valentina, pero la interrumpí.
—Recibió una llamada del trabajo. Tuvo que devolverse por unos documentos urgentes. Algo así escuché.
—Ah, ya… —respondió ella, con una expresión inelegible.
—Es que qu