Pov. Val

Ya en el club… tenía rato sin reunirme con los chicos. Nos encerramos en el despacho para hablar un poco de nosotros, de cómo nos ha ido, de cómo estamos.

Daemon anda con juguete nuevo y está muy emocionado. Dice que está muy bien dotado, y eso nos hace reír a carcajadas.

Increíblemente, Victoria continúa con el mismo chico de la otra vez. No quiere decirme quién es, pero se lo voy a sacar. Y yo… bueno, les digo que estoy más ansiosa que nunca por verlo a Él.

Ellos se ríen y me dicen que estoy jugando con fuego.

—Lo que no entienden —respondo, con una sonrisa pícara— es que yo soy el fuego.

Duramos un rato así, entre pláticas, risas, copas de vino… y después cada una se fue a su habitación, a prepararse para la noche.

Ya en mi habitacion tomo un enterizo negro de cuero, con un cierre que dejo abierto lo suficiente para que se vean bien mis senos. Amo cómo me queda este traje, cómo resalta cada una de mis curvas, de mis cualidades. El antifaz que uso es del mismo estilo, negro