Coby ingresaba con su casco y chaqueta en mano, Nita estaba al final del pasillo, el café era pequeño y brindaba un ambiente confortable, las lámparas en madera y tela eran creativas, las vitrinas y muebles en azul con blanco brindaban calidez.
-Hola Coby…qué bueno que accediste venir-.
-Hola Nita…me has llamado más de doce veces, algo muy importante debe ser-.
-Tomemos un café, yo pediré un postre…a ver…pay de limón, en este lugar son exquisitos-.
- ¿Mejores que los de tu trabajo? -.
-Algunos de los postres de aquí son de Marshall…pero otros los hace la propietaria del café-.
-Entonces elegiré uno de manzana…Bien ahora dime ¿Que nos trae aquí? Parecemos en una cita, los farolitos iluminando el camino dan la impresión-.
-Oh…no, no lo escogí por eso…claro que no es una cita, solo quería hablar contigo en otro lugar distinto a tu casa-.
-Mis oídos están preparados a escuchar tus inquietudes-.
Nita pensó –“Quiere escucharme…se preocupa”-.
-No es qué esté preocupado por ti ni nada parecid