Lileet
Camine por las calles del pueblo hasta llegar al hotel donde había trabajado, Frank me sonrió cuando me vio pasar por la recepción
— me temo que ya no tengo tu puesto vacante— dijo con alegría y me abrazo
—vaya, creí que podría volver—dije aun abrazándolo
—no me digas que el canalla de Heib no te trata como te mereces, dame un minuto y le daré una lección a ese chico—
— no es necesario, me cuida en exceso— dije señalando a el policía que me acompañaba
— chico sensato—dejo Frank
— creo que te reemplace más fácil de lo que creí, mi hijo menor Víctor trajo una chica, no mas que piel y huesos, pero es diligente, tiene como 10 años y se desenvuelve tan bien como tú, sin ofender—me reí, claro que no me ofendía, pero quería que la niña fuese mas que una empleada, que estudiara y saliera adelante
—me gustaría que ella estudie—le dije mientras sacaba su tetera y sus tazas pequeñitas( le gustaba el juego de té que usaba con sus hija hace años)
—¿y quien te dijo niña que