POV DANTE
Jamás permití que una mujer me arrastrara al borde de la locura.
Hasta que llegó ella.
Verla abrazada a ese imbécil me quemaba por dentro.
Y él... sonreía. Sonreía como si ya la hubiera ganado.
¿No lo ve?
¿No siente que ese bastardo no es quien aparenta ser?
Ese malnacido es peor que yo. Mucho peor.
Pero para ella... es su debilidad, su maldita devoción.
No pensé. No planeé.
Solo reaccioné.
Quería que sufriera como yo, que sintiera mi dolor atravesándole el pecho como un disparo.
Quería destruirle las ilusiones como ella estaba destrozándome el alma.
Pero no...
Ni siquiera eso consiguió que me mirara de verdad.
Le importó una m****a que besara a otra mujer frente a ella.
Y esa indiferencia me mató. Me dejó sin oxígeno. Sin salida. Sin esperanza.
Lo que más temía ya es real.
Y no puedo hacer nada para revertirlo.
Me enamoré de ella.
Como un maldito enfermo.
Y ahora la odio y la amo con la misma intensidad.
No soporto que otro la toque.
No soporto imagina