Sophía Ferrer, hija ilegítima y siempre despreciada por su madrastra y media hermana, ha sido obligada a casarse con Dante Moretti, un CEO poderoso y enigmático con peligrosas conexiones mafiosas. Este matrimonio es la única manera de salvar la empresa familiar, llevada a la bancarrota por su padre, Alejandro Ferrer. Sin embargo, al adentrarse en el mundo de la alta sociedad y los oscuros secretos de los Moretti, Sophía descubre que su esposo oculta verdades inquietantes. Mientras la atracción entre ellos se intensifica, Sophía comienza una búsqueda personal: su madre, a quien creía muerta, podría estar viva, y con la ayuda de su amiga Ayla, decide descubrir la verdad sobre su abandono. Enfrentándose a intrigas familiares, a un rival vengativo que amenaza con destruirlo todo, y a un peligroso amor, Sophía deberá decidir hasta dónde llegar para protegerse a sí misma y a quienes ama.
Leer másEPÍLOGO: EL ÚLTIMO REGALO DE GALADRIEL Las luces del hospital eran demasiado blancas, demasiado frías para alguien que acababa de volver del infierno. Sophía abrió los ojos después de lo que le parecieron siglos. Juanita estaba ahí, con los ojos hinchados de tanto llorar. No dijo nada, solo le tomó la mano con fuerza, como si temiera que desapareciera de nuevo. Del otro lado estaba Dante con una sonrisa en sus labios, le pareció que se veía feliz pero no lo creía. Dante sintió que su corazón se inflaba de emoción, quería abrazarla, besarla. Gritarle que la amaba, que ya no sé alejaría de ella. Pero le pareció prudente esperar a que se recupera por completo. La recuperación fue lenta. En su mente aún resonaban los gritos, la sangre, las cadenas, los susurros de Victoria y Valentina. A su alrededor, todos fingían normalidad. Dante iba cada día, le llevaba flores, besaba su frente como si eso pudiera borrar el pasado. Miranda… se comportaba como una mujer devota, ayudando, sir
La ciudad estaba en silencio, un silencio denso, calmado. Como si anunciara una tormenta que arrasaria todo a su paso.Dante aceleraba cada vez más, con los puños apretados sobre el volante. Estaba furioso, quería encender algo. Alguien iba a pagar muy caro el sufrimiento de Sophía.Siempre supo del odio de esa supuesta hermana hacia Sophía y de Victoria, pero nunca imaginó que llegarían tan lejos solo para deshacerse de Galadriel, si supieran con quien se estaban metiendo, dudaba mucho que ellas lo hicieran.Galadriel Montenegro, aunque en realidad ese no es su apellido. Esa mujer era tan fría y calculadora como Leonardo. A él lo engañó y quitó mucho de su poder. Ella busca acabar con la mafia italiana, no lo ha hecho porque tiene la esperanza de que él tomara el control absoluto. Le interesa una unión y la logro con el matrimonio de él y de Sophía, su única hija, Nunca llegó a descubrir quien era, ella misma le había dicho. Pero tampoco Dante era fácil de convencer, ella podia ser
NARRADOR OMNISCIENTE Unos pasos resonaron en el porche de madera.—Está aquí —anunció uno de los guardias.La puerta se abrió lentamente. No hubo gritos, ni armas levantadas. Solo una mujer entrando con una calma gélida, la misma que precede a una tormenta.Galadriel.Vestida de negro, con el cabello recogido en una cola y el rostro firme como el mármol. Su sola presencia hizo que hasta el aire pareciera contener la respiración.Sus ojos fueron directo a Sophía. La vio. La reconoció. El alma se le desgarró… pero no mostró emoción. No podía mostrarse débil frente a esa víbora de Victoria. Victoria dio un paso al frente.—Llegaste, aunque tarde, pero llegaste. Pensé que dejarias morir a tu princesa.Galadriel la miró, impasible.—Llegué justo a tiempo para ver cómo termina tu miseria.Valentina se cruzó de brazos, sonriendo.—Qué discurso tan valiente. ¿Sabes? Me preguntaba si llorarías. O rogarías. Pero no… sigues tan arrogante como siempre.—No vine a hablar con basura. Vine por mi
NARRADOR OMNISCIENTE Sophía seguía sin poder moverse. El efecto de la droga la mantenía atrapada en un cuerpo inútil, mientras su mente flotaba entre la confusión y el miedo. Escuchaba risas. Voces. Algunas nítidas. Otras, como ecos distorsionados que se le clavaban en el pecho.Lo que sí sabía es que ya no estaba en la mansión Ferrer, lo intuyó por el olor a humedad, la fuerte brisa del exterior y la poca luz del lugar.—¿Está viva? —preguntó Victoria, con tono impaciente.—Lo justo para que mire —respondió Valentina, jugueteando con un mechón del cabello de su hermana—. Quiero que vea cómo se hunde todo.Sophía quiso gritar, pero solo un leve murmullo salió de sus labios. Estaba más inconsciente que despierta. Estaba luchando contra el sedante, pero le era imposible. —No gastes fuerzas —susurró Victoria, acariciándole el rostro con esa frialdad escalofriante que la caracterizaba—. Aún nos sirves. Por eso sigues viva.Afuera, un auto se detuvo. El sonido apagado de una puerta cerrá
Me quedo inmóvil, con el teléfono aún en la mano. La voz resuena en mi mente como eco en una habitación vacía.“Ella no es lo que aparenta ser.”¿Valentina?No. No puede ser. Es mi hermana. La única que me queda. La que siempre…bueno no siempre, pero hasta ahora nos llevamos bien y ella parece haber cambiado... ¿o no?Me obligo a levantarme. Cierro la puerta con seguro y corro las cortinas. No quiero que nadie me vea. Ni siquiera los insectos del jardín.Camino por la habitación en círculos, tratando de pensar con claridad.Si es cierto lo que dijo ese hombre... entonces estoy en una casa rodeada de enemigos.Y entonces Tyler…no, no puedo aceptarlo. Victoria ya ha intentado destruirme antes, siempreme ha odiado, pero Valentina... ella, ella también me lastimó junto a su madre pero siempre pensé que lo hacia porque Victoria la aconsejaba en mi contra. Pero hoy…, ¿Me ha estado mintiendo todo este tiempo?Me siento de nuevo en la cama, esta vez con el corazón latiéndome tan fuerte que s
POV SOPHÍA No puedo creer que sea tan descarado. Me paseo de un lado a otro furiosas. Es que debí mandarle atrás mis tacones, así le reinicio la vida y empieza a pensar antes de actuar..Es que es tan distraído y ciego que no ve que sus verdaderos enemigos son las personas más cercanas a él. Maldito idiota.Mi celular vibra sobre la mesita de noche. Es un mensaje de Gabriel.Gabriel: Tengo una propuesta para ti, hermosa.Frunzo el ceño. ¿Una propuesta? ¿Ahora? En medio del caos, de todo lo que estoy arrastrando... ¿qué puede tener en mente?Sophía: ¿De qué se trata?Mientras espero su respuesta, me muerdo el labio. Tal vez tiene una salida. Una forma de irme, lejos de Dante y su padre enfermo. Estoy agotada. No quiero seguir siendo parte de esta pesadilla.¿Estaré siendo egoísta? ¿Dante merece saber la verdad sobre ellos?No. Porque si lo sabe, los matarán. No, no puedo correr ese riesgo. Lo siento, pero seré egoísta si con eso los mantengo a salvo.Mi celular vuelve a vibrar.Gabrie
Último capítulo