Capítulo 33

El silencio en el salón se volvió tan espeso que podía cortarse con un cuchillo. Todos los ancianos, hombres y mujeres de distintas manadas, fijaron sus miradas en Elena. Sus pupilas, unas doradas, otras plateadas, unas más oscuras, centelleaban con expectación y cierto escepticismo.

Elena tragó saliva. El peso de tantas miradas la hacía sentir desnuda, vulnerable, pero al mismo tiempo entendía que era el momento de decir la verdad. Dio un paso al frente, con la barbilla erguida y el corazón golpeándole contra las costillas.

—Mi nombre es Elena —su voz, aunque suave, se escuchó en cada rincón del recinto—. Y antes de conocer a Darian, no sabía que llevaba un lobo dentro de mí.

Un murmullo se extendió entre los ancianos, mezcla de sorpresa y confusión. Uno de ellos, de cabello gris y rostro curtido, no tardó en interrumpirla.

—¿Cómo es posible? —preguntó con incredulidad—. La sangre siempre despierta, aunque tarde.

Elena respiró hondo, aferrándose a la mirada firme de Darian, que le tr
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP