CAP. 174 El dolor de la Omega.
Justiniano invitó a su sala personal a Margarita, pero la mujer se opuso - Gran Alfa, su invitación deberá esperar, primero tengo que poner presentable a esta niña-. Luna hacia sus habituales berrinches, pero para la mujer era ruido ambiente, su abuelo intervino en defensa de la joven, no entendía que estaba mal en su nieta - ¿presentable? pero si esta hermosa, en esta manada ella puede ser libre de lucir como desee- para el hombre con que se bañara y usara ropa limpia alcanzaba. Margarita con un tono irritado - ¿hermosa? es una pordiosera, una renegada tiene mejor presencia. Miren su cabello y su piel maltratada, esa ropa tan ajustada deja poco a la imaginación. Entiendo que sea su abuelo y que le sea más fácil dejarla ser una muchacha sin clase; pero yo cuide a esta niña como si fuera mia. No entiendo que sucedió, estoy tan decepcionada de Julia ella sabía que Luna es una flor delicada a la que se debe cuidar y esos cinco hombres que no fueron capaces de ponerles límites, ya ajustar