Celeste — Segunda Parte

Un Año Después

Celeste se sentía ligeramente fuera de lugar en la abarrotada galería de arte.

Su trabajo de tesis colgado en la pared era lo que se llevaba toda su concentración, no las conversaciones triviales —que no dejaban de escucharse a su alrededor— ni la bebida espumosa en su copa.

Se recordó a sí misma que ya no era la chica invisible; era una académica, una mujer que había visto el lado oscuro del mundo y había sobrevivido.

Pero esa sensación de falsa calma se hizo añicos en un instante.

Caminando por un pasillo, buscando un poco de aire, sus ojos se toparon con un par de iris grises que no había olvidado en un año.

Erick Petrov.

El hombre estaba de pie cerca de la entrada de servicio, vestido con una camisa oscura de cuello alto y una chaqueta deportiva. Estaba hablando discretamente por un micrófono de solapa —o al menos eso le pareció—, su atención clavada en un sujeto de traje que acababa de entrar al salón principal.

La presencia de Celeste e