Marcela Leonardi, es la novia de Noah Thompson, pero, una noche, confunde a su novio con su cuñado y termina abriendo la caja de pandora. Descubriendo que los gemelos Noah y Nick, son los príncipes de la mafia que comparten todo, menos a Marcela. Una lucha de poder toma por sorpresa a los gemelos, pero, mientras se encargan de ello, pelean por ser el dueño de Marcela, una mujer que no acepta ser el objeto de dos lujuriosos, retorcidos y crueles gemelos. Muchas propuestas son dadas a Marcela, pero, en todas queda claro que los gemelos solo desean ser su dueño, porque el amor de ellos es tan oscuro, que es la definición exacta de un amor posesivo y obsesivo, ¿con quién se quedará Marcela? ¿Podrá huir de una guerra que golpea a su puerta?
Leer másLa fiesta está en lo mejor de la noche, pero, yo no me siento cómoda. Lo peor de todo es que no me puedo ir, porque mi novio es quien está cumpliendo y la fiesta es en su honor y el de su hermano gemelo.
Aunque se supone que es una fiesta donde solo las personas más cercanas han sido invitadas, la realidad es que al menos hay media ciudad presente y es por ello, que el lugar se ha tornado más como una discoteca que como una pequeña fiesta celebrando la vida de Noah y Nick. — ¡Todos tienen que beber! ¡Quiero que se vea cuan felices están porque Nick y yo hayamos nacido! — grita dice Nick, con una mujer a cada lado de él. Alguien, me abraza y yo dejo caer mi cabeza sobre su pecho, sabiendo que es mi increíble novio, él, besa mi cuello y yo me siento la mujer más afortunada por tener a un hombre tan amoroso conmigo. — ¿Estás bien con todo esto? Creo que tu hermano se excedió con esta fiesta. — Sabes cómo es Nick, así que, todos fingimos no notar sus extravagancias. Pero, no hablemos de mi desordenado y promiscuo hermano, cuando podemos hacer algo mejor. — dice Noah girándome para que lo bese. Complacida por su incitación, muevo mi rostro para que nos besemos sin tener que girarme y es ese el tipo de beso que me corta la respiración. Aunque disfruto mucho lo que hacemos, una mirada penetrante hace que interrumpa el beso y note que Nick nos está mirando fijamente. — No deberíamos besarnos cuando seguramente todos observan lo que hacemos. — digo avergonzada. — ¿Qué con eso? Eres mía, Marcela, quien no soporte ver cómo te beso, puede mirar a otro lado. — Aun así, me avergüenza que tu familia nos observe siendo íntimos. — digo ruborizada. — Eres tan inocente, quizás es eso lo que me hace aferrarme a ti, mi pequeño ángel. —dice Noah. Uno de sus amigos, le habla y él se marcha dejándome en el mismo lugar donde finjo beber alcohol, porque lo que menos quiero es embriagarme y quizás cometer un error. Sin embargo, es quizás la falta de licor, la que me hace aburrirme tanto que después de luchar por buscar a mi novio en la fiesta, termino subiendo al segundo piso para buscarlo y despedirme. El lugar, que no debería permitir el acceso a cualquiera, parece un hotel donde se escuchan muchos gemidos, por lo que, dudo en buscarlo, pero, el desespero por marcharme, hace que con cuidado, abra las puertas donde follan de una u otra forma. Avergonzada, cierro las puertas tan rápido que no notan que los he visto, pero, en mi última puerta, no puedo cerrar de inmediato, porque un hombre igual a mi novio, tiene a una mujer agarrada por el cabello, mientras entra en lo más profundo de la chica. Me ruborizo al ver cuan parecido es Nick con mi novio y comienzo a preguntarme si así se verá mi novio cuando me haga suya. El rubor ante ese pensamiento, me delata y yo intento cerrar la puerta cuando unas manos me agarran de la cadera para pegarme a él. De inmediato, intento emitir un sonido por la sorpresa, pero, el hombre de grandes manos, cubre mi boca y acercándose a mi oído, me acaricia con su aliento al hablar: — ¿Te gusta ver como se folla a alguien más? — D-deja de decir tonterías. No soy una pervertida — digo intentando evitar la mirada de mi novio, pero, lo que hago es centrar está en lo que Nick y una chica hacen. — Quiero hacerte más que eso, cariño. ¿Me lo permitirás está vez? — pregunta Noah y yo tensiono mi cuerpo. No soy capaz de responder y quizás es por eso, que él comienza a besar mi cuello de una forma que enciende mi cuerpo como nunca antes lo ha hecho. Yo intento apartarme de él, pero, con su mano grande, me hace mirar a la pareja, mientras me besa causando que mis piernas flaqueen. Sin saber qué hace mi cuerpo, me giro para terminar con la tortura, besándolo con tanta pasión que no noto cuando estamos en una habitación con mi ropa siendo desgarrada mientras Noah actúa tan salvajemente que no parece él. — Cariño, estamos en la casa de tus padres. — Una de ellas. — me corrige él. — No deberíamos hacerlo, somos novios, esto no está bien y lo sabes. — Llamaré ahora mismo al abogado de mi padre para que nos traiga el acta de matrimonio, así que, adelantemos lo que me darás en la luna de miel. — dice Noah succionando, mordiendo y lamiendo todo a su paso, al punto que me descontrola completamente. No sé cómo pasa, pero, en pocos segundos, estoy usando solamente la ropa interior, mientras veo a mi novio tan malditamente sexy, que termino siendo yo quien desabotona su pantalón para tocar directamente eso, que solo sentía por roses leves. — Eso nena, empodérate. — dice Noah y es eso lo que me incita a besarlo nuevamente mientras él se posiciona en medio de mis piernas. El miedo de haber sido influenciado por el ambiente cargado de sexo, me hace arrepentirme por breves segundos, pero, su invasión hace que avergonzarme por tener sexo con mi novio en la casa de sus padres, sea lo que menos me importa. Mis manos se aferran al hombre que entra lentamente en mí y yo gimo ante el dolor que siento mezclado del placer de saber que ahora soy completamente suya. Sus manos, se entierran en mi carne mientras él gimotea y yo siento como esa parte de mi cuerpo se humedece más. — Realmente mi hermano no sabe cuan apretada estás, cuñada. — dice él y yo tensiono mi cuerpo al escucharlo llamarme cuñada. Aturdida, miro hacia Noah en busca de alguna muestra de broma, pero, lo que encuentro es una sonrisa jodidamente hermosa que hace que mi corazón se detenga. — ¿Qué pasa, cuñada? ¿Te molesta haberte equivocado de hombre? No te preocupes, él y yo estamos acostumbrados a compartirlo todo, después de todo, incluso compartimos vientre a la vez. ‘¡¿Qué jodida broma es está?!’ grito mentalmente mientras el hombre que creía que era Noah, parece resultar ser Nick. Oh, no.Años después Narra Arianna El hombre de cejas pobladas y barba perfectamente cuidada, termina de leer la última página del manuscrito observándome de forma inquisitiva, lo que me hace preocuparme más. ‘¡¿Me he retrasado por esto y no lo van a aceptar?!’ me quejo mentalmente. — Dígame algo, señorita Thompson… — ¿Sí? — pregunto preocupada. — ¿Es está su historia? — ¡Claro que no! — digo ruborizada. — Entonces, ¿la ha plagiado? — pregunta el hombre. — Tampoco… — Entonces… — Lo que ha leído es la información que he reunido de los diarios de mi madre. — respondo rápidamente, porque no quiero avergonzarme más. El editor aleja su mirada de mí y afloja un poco su corbata. Sin duda, es el efecto Thompson. Pero, en este caso no es por mí, si no, por la vida lujuriosa de la señora Marcela Thompson. — ¿Tienes la autorización de ella para publicar el libro? — Sí, claro. — miento. — Que bueno, porque ya han sido publicados en físico. — dice el hombre entregándome un libro que parece u
Terminamos la cena, los gemelos se encargan de darle comida a la bebé que hace más desastre de lo que comen, pero, ellos que han estado acostumbrados que otra persona les limpie el desastre que causan, sonríen complacidos por limpiar el desastre de Arianna. — Quería preguntarles: ¿Por qué decidieron llamarla así? pensé que querían seguir la tradición de su padre de darles nombres con inicial N. — No menciones a ese hombre. — dicen los dos al unísono. Damon Thompson es un mal recuerdo incluso para sus padres que ni siquiera le hicieron un entierro, aunque siendo sincera, con la explosión que inicio en su cuerpo, ¿Qué podrían enterrar? ‘Quizás él sabía que no fue un buen padre y por ello, tomó esa medida sabiendo que esta vez no le darían un entierro aunque fuera para fingir que le importaba su muerte.’ Me digo mentalmente. — Entonces, ¿me dirán porque escogieron ese nombre? Y no me refiero al significado, si no… — Es la primera letra del abecedario. — ¿Ah? — Arianna se escribe
Hablo un poco hasta que uno de los gemelos aparece mostrándose a una distancia prudente que me comprueba que no se necesita tocarse para poder derretir a una persona de tanto deseo. — Estas aquí. — susurra él. — Aquí estoy. — Lo siento, nos quedamos dormidos con la bebé. — Me di cuenta, fui a verlos y los encontré dormidos. — susurro. — Yo… me voy a descansar. — dice Óscar marchándose, mientras yo veo en el pecho de ese hombre que tanto debilita mi voluntad. El anillo que en un tiempo pensé perdido, yace sobre su pecho unido a una cadena que no brilla tanto como su piel desnuda frente a mí. — He venido aquí porque me gustaría que tuviéramos una cena familiar. — ¿Quieren quedarse a cenar? — pregunto mirando su pecho. — No, quiero que salgamos a comer los cuatro. — ¿Cuándo? — ¿Es posible que sea hoy? — pregunta él. Intento recordar porque quiere justamente que sea hoy y trago duro al saber que he olvidado algo importante. Por lo que, me ruborizo. — Es nuestro cumpleaños. —
No contesto la pregunta, porque aunque tengo la respuesta, no sé si estoy completamente segura. Por lo que, prefiero callar y pensarlo mejor, ya que, he actuado antes pensando que estaba segura y después dude. — ¿No vas a responderme? — Yo… — Creo que ya sabes la respuesta. Era mentira lo que te dije. Al menos duermen en sus camas dos horas diarias. — dice Anne soltándome — ¡Anne! — digo un poco molesta por la mentira que acaba de decirme. Pero, ella solo sonríe en vez de alterarse o sentir miedo, es como si estuviera jugando con mis emociones, porque esta aburrida de su vida ahora. — Para estar segura, es a veces necesario ser trágica, solo así podemos comprender lo que tu mente sabe y tú te niegas a aceptar. Lo han hecho muchas personas incluso en el transcurso de la relación. >> Por eso, dicen: ¿a quién salvarías si una persona y yo caigo al mar, cariño? Ese tipo de preguntas son las que se hacen para saber cuánto uno quiere a la otra persona y todo lo que haría en una situa
Soy consciente que tengo la opción de no escoger a alguno y que solo tengamos una relación respetuosa y amigable por el bien de Arianna, pero, yo sé que no puedo solo verlo como los padres de mi bebé, sobre todo, cuando estoy ovulando.‘Oh, esta abstinencia va a enloquecerme’ me digo mentalmente.Los rociadores del jardín se activan y yo creo que ellos regresarán corriendo a la casa, pero, lo que hacen es jugar con la pequeña bajo la lluvia. Mala decisión, porque ahora veo sus camisas negras adheridas a su piel, por estar tan húmedas y esa vista es tan agradable, que siento que voy a babear.— Cierra la boca, que con la boca cerrada ves de la misma forma y no te ves tan pervertida e insaciable. — dice el señor Cassano.— No sé de qué hablas.— Finge ignorancia entonces, pero, eso no impedirá que te mortifiques por no tener uno de ell
Seis meses despuésTodo estuvo en calma, las heridas físicas sanaron, los problemas debido a los enfrentamientos y la codicia de otros, cesaron. Ya no necesito esperar que alguien se fije en mí y me salve, ya no soy la débil Marcela.Todo ha cambiado. Las fuerzas oscuras y poderosas que me atraparon al punto de asfixiarme, ahora son mis aliadas. La mujer que no tenía fuerzas para luchar contra los Thompson, ahora tiene una fuerza mucho más grande, pero, ahora no necesito escapar de ellos, si no, de lo que siento por esos hombres.Como lo prometieron, se han encargado de organizar todo en sus negocios, por lo que, las pérdidas que sufrieron mientras se mataban entre los miembros de su familia, ahora solo son algo del pasado.Ya no hay manera que no mencionen mafia con los Thompson y los lobos negros se encargaron de limpiar mi imagen, por lo que, ahora soy la chica buena… como Hanna, aunque evidentemente las dos hemos hecho muchas cosas malas de las que no nos hemos arrepentido.— ¿Te
Último capítulo