Eva
—Esa parece ser nuestra señal —murmuré cuando escuché gritos.
—Nana dijo que esperábamos a alguien más —indicó Vampirito. El Duque estaba mejor, aunque cojeaba, ponía su mejor cara. Demonios, teníamos que salir de esto. Los guerreros se habían reorganizado. No éramos una fuerza inmensa, pero haríamos nuestro mejor intento. Confiaba en que Nana sacaría todo su poder, pero si aparecía la tal Petra...
—No podemos volver a la ciudad y no podemos pedir más ayuda. Nora debe estar en la terrible decisión de mandar a más guerreros y dejar la ciudad vulnerable —resopló el Duque.
—Y los pálidos huyeron como ratas. Estamos fritos —resoplé.
Cuando escuché pasos, me sorprendió ver a un humano, acompañado de Diana, otra de las guerreras del rey. Pensé que nos enviaban a más hechiceras. Cielito... sabía que estaría resguardada con sus gemelos, el rey estaría paranoico. Pero cuando vi de quién se trataba, me extrañé aún más.
—¿Señor? ¿Qué hace aquí?
—Señorita Vampira, es un placer verla —dijo el h